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A punto de finalizar, la tercera edición del dólar soja le dejará al Gobierno menos de
lo esperado
Gabriela Origlia
lanacion.com.ar
CÓRDOBA.- Cuando faltan dos días para el cierre de la tercera edición del
dólar soja, la liquidación del complejo exportador quedaría debajo de los US$5000 a
6000 millones de dólares que proyectó el Ministerio de Economía al presentarlo. Hasta
hoy reunió US$3.586.822.933 y alcanzaría los US$4000 millones o 4200 millones de
dólares al cierre. A la hora de definir los por qué del menor comportamiento versus lo
proyectado, los analistas apuntan al combo integrado por la caída de la producción y el
tipo de cambio ofrecido; consideran que los $300 no constituyeron un incentivo suficiente.
Además, el Banco Central (BCRA) no logró absorber toda la liquidación.
Por el fin de semana extralargo, las operaciones podrán informarse hasta las 11 del
viernes próximo, pero para acceder al tipo de cambio diferencial y hacer el ingreso de
divisas el plazo es el 31 de mayo, tal como estaba previsto.
Desde AZ Group, la analista de mercados Lorena DAngelo subraya que el principal
motivo de que el flujo no fuera importante fue la caída de la producción. Los
chacareros aprovecharon lo que tenían para lo que necesitaban de manera urgente,
indica. El segundo factor fue el bajo tipo de cambio que ofrecieron. Los $300
están retrasados y, en el medio, se registró la suba de los tipos de cambio
financieros.
Sostiene que hay expectativas de que habrá una nueva edición del dólar
soja, aunque no cree que llegue antes de julio o agosto: El gobierno está buscando
otras alternativas para financiarse, en China, en Brasil y con el propio FMI. No parece
que en lo inmediato vaya a existir otra edición, agrega.
DAngelo insiste en que lo peor para el campo es la falta de
producción; es peor que el factor precios. Plantea que los productores tienen que
tirar hasta la próxima cosecha. Vendieron lo que necesitaba para cumplir con los
vencimientos que se concentran a fines de este mes e inicio de junio; aprovecharon
también lo que pudieron capturar a tasas más bajas en el mercado.
Además, remarca que siguen de cerca los números de la economía, con la
expectativa de que el FMI está empujando un reacomodamiento del tipo de cambio y de que
haya un cambio de gobierno y un ajuste de tipo de cambio.
El economista del Ieral, de la Fundación Mediterránea, Juan Manuel Garzón, reitera el
análisis de hace unas semanas: el precio implícito de referencia (siguiendo
el mercado de Chicago) de la edición en marcha es de US$538, el más bajo de todos ya que
fue de US$569 en el segundo programa y de US$571 en el primero. Él mismo esperaba que se
liquidaran unos 10 millones de toneladas, pero cerraría en alrededor de 8 millones de
toneladas.
Compradores
Eugenio Irazuegui, analista de mercados de Zeni, indica que los compradores tradicionales
se han ido retirando de la operatoria con el fin de atender las cuestiones administrativas
que requieren las operaciones realizadas al tipo de cambio diferencial.
Los resultados del programa, insiste, distan considerablemente de aquellos obtenidos
en las dos ediciones anteriores (llevadas a cabo en septiembre y diciembre) frente a un
contexto totalmente diferente. Entre ventas nuevas y fijaciones de operaciones
concertadas con anterioridad, se ha comercializado aproximadamente 6,8 millones de
toneladas. En cuanto a la liquidación de divisas realizada desde la puesta en marcha,
ingresaron como se mencionaron US$3.586.822.933.
Por su lado, el director de AZ Group, Sebastián Salvaro, aporta que la aceleración de la
inflación y el tipo de cambio ofrecido afectaron los niveles de liquidación. Al
hacerse la cuenta al día 30, la inflación comió entre 5% y 7% mensual el tipo de
cambio, grafica.
También analiza que, en líneas generales, el productor venía con una liquidez
interesante respecto de otras crisis, a lo que se agrega que el sector
financiero tuvo tanta abundancia de pesos que prestó al campo. A tasas
nominales altas se conseguían pesos y las grandes empresas salieron con pagarés
bursátiles en dólares a tasa cero a 12 y 24 meses, añade.
Explica que la sequía que recién se interrumpió con las lluvias de la semana pasada
ralentizó los desembolsos que los productores hacen para pagar labores y fertilizantes.
Recién en estos días veremos si salen a comprar fertilizantes para sembrar trigo;
hay movimientos en esa línea y allí podremos definir mejor dónde está parado el
campo, sostiene.
La cosecha se ha ido llevando a cabo en fechas más tardías de las habituales y los
rendimientos obtenidos no hacen más que ratificar el fracaso productivo, luego de una
prolongada y severa sequía que deterioró los cultivos -ratifica Irazuegui-. Los
márgenes arrojan resultados negativos para los productores e incluso en las zonas con
mayor aptitud agrícola con una productividad media de entre 13 y 14 quintales por
hectárea sumando las crecientes pérdidas de hectáreas [en un año normal se superan los
30 quintales].
Con aproximadamente tres cuartas partes de la cosecha completada, el volumen nacional
apunta a unos 21 millones de toneladas. Para dimensionar el impacto, se trata de una
retracción del 51,5% en comparación a la campaña precedente, manifiesta y
enfatiza que el incentivo del tipo de cambio diferencial a $300 por dólar
se ha ido diluyendo a medida que transcurría el programa.
Al 10 de abril pasado, primera rueda de su implementación, la paridad especial implicaba
un 40,9% más, mientras que hasta el miércoles 24 esa relación se acortó a 27,5%.
Coincide con las otras fuentes en que, a su vez, quedó rezagado respecto a la cotización
de los dólares financieros, con un diferencial del 30,3% al comienzo del programa contra
el 56,7% ahora tomando como referencia la paridad MEP.
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