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Le aprobaron la apertura del concurso a Díaz & Forti, la
cerealera suspendida por el BCRA
|| Agustina Devincenzi
cronista.com
Le aprobaron la apertura del concurso a Díaz & Forti, la cerealera del
Grupo Olio que fue suspendida por el Banco Central y que tiene frenada su actividad e
inhabilitada su matrícula desde diciembre. La entidad la acusa de no liquidar divisas por
u$s 400 millones, pese a que la empresa asegura que no superan los u$s 200 millones. La
compañía rosarina, que hasta antes de la suspensión tenía dos contratos para operar a
fason las instalaciones de Vicentin, presentó el pedido de convocatoria de acreedores el
11 de febrero, en el Juzgado Civil y Comercial Número 7 de Rosario, a cargo del
magistrado Marcelo Quiroga. El juez decretó la inhibición de bienes y en las próximas
horas se sorteará al síndico. Asimismo, Quiroga hizo lugar al pedido de la firma
concursada para levantar el bloqueo de la mercadería existente, que totaliza unas 230.000
toneladas de granos comprometidas antes de la restricción, en cinco embarques.
"La empresa solicitó completar los embarques pendientes y le otorgó a la Justicia
el detalle de los cinco buques en cuestión. Se espera que, con la designación del
síndico, pueda llegar a cabo esta actividad", señalaron fuentes allegadas a Díaz
& Forti.
Esto no significa que la cerealera vuelva a operar como lo hacía antes. La decisión del
juez alcanza solo a los embarques convenidos con anterioridad a la sanción, para tareas
de carga, aclararon.
En el plano internacional, la cerealera tiene deudas que rondan entre los u$s 20 y u$s 30
millones con organismos estatales y fondos extranjeros. "Se priorizó tener al día
las cuentas nacionales, pero no se pudo soportar el pasivo en el exterior y se cayó
indefectiblemente en la convocatoria de acreedores", mencionaron desde la firma.
En el país, tiene 40 acreedores por servicios y liquidaciones finales de $ 30.000, que
promete abonarlos en los próximos días. Así y todo, la empresa sostiene que no tiene
deudas locales representativas, ni con productores y acopiadores a los que les compraba
granos.
Desde Vicentin, minimizaron el impacto del concurso y confían en que pronto se
reestablecerá la operación de Díaz & Forti, aunque el plan es encontrar una
"suplencia" para que la molienda continúe adelante en los próximos dos o tres
meses, mientras la convocatoria toma su curso. Ya hay dos potenciales jugadores en el
radar, que podrían ocupar el espacio vacante.
En un informe de gestión oficial, presentado en el juzgado y a sus acreedores, la
agroexportadora aseguró que Díaz & Forti cumplió con los pagos de sus contratos a
fason de soja y girasol, hecho que fue ratificado desde Olio. "Cumplimos con los
compromisos contractuales y abonamos las cuotas, como si estuviésemos operativos, un
monto mensual de u$s 5,67 millones (315.000 toneladas a u$s 18)", informaron.
"Dadas las circunstancias que se encuentra atravesando dicha compañía, es
importante destacar que en caso de que tuviese alguna dificultad para continuar con sus
contratos, existen varios interesados en ocupar la capacidad de molienda contratada por
ellos", resalta el documento presentado por Vicentin, donde argumenta que, desde el
punto de vista económico, la situación no la afecta.
Según pudo saber El Cronista, directivos de Olio y Vicentin acordaron abordar de manera
conjunta la problemática. "Es una solución momentánea hasta que se aclare el
panorama en el ámbito legal. La prioridad es que Vicentin logre fasones suficientes para
continuar pagando sus gastos, mientras se resuelve este atolladero", explicaron
fuentes vinculadas al arreglo.
El año pasado, a raíz del acuerdo con la cerealera, Díaz & Forti aumentó su escala
al operar en un establecimiento de 16.000 toneladas. "Buscábamos generar elevación,
aprovechamos la oportunidad", reconocieron fuentes cercanas a la compañía.
La crisis de la cerealera
A comienzos de diciembre, el BCRA le inhabilitó a Díaz & Forti los pedidos de
despacho y embarques de granos. La empresa fue excluida, temporalmente, del Registro de
Operadores del Mercado de Granos (RUCA).
Según el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, "la baja de la
firma actora del RUCA fue consecuencia de la sanción que emitió el Central".
El panorama se agravó con las idas y vueltas por una cautelar aprobada y, luego,
desestimada, por el Juzgado Contencioso Administrativo Federal 1. "La misma autoridad
que dio luz verde para retomar la actividad la rechazó después. Solo pudimos operar
cinco días hábiles", aseguraron desde Olio.
A ello, se sumó la inhabilitación temporal, por parte de la Bolsa de Comercio de Rosario
(BCR), como operadora del mercado de granos, "hasta tanto cesen las causas que dieron
origen a las medidas adoptadas por las autoridades de aplicación".
"En apenas unas horas, sin notificarnos, nos cancelaron el registro que nos permite
operar, con el argumento de inconsistencias de nuestra parte, que son falsas", le
indicaron a este medio fuentes allegadas a Díaz & Forti en ese momento. Con todo, su
convocatoria vuelve a poner sobre la mesa el futuro de Vicentin.
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