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INICIANDO EL AÑO ANIVERSARIO DE NUESTRA
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Realmente falta mucho:
preocupación por la demora en una cosecha clave para el país y un pronóstico que no
ayuda
lanacion.com.ar
El retorno de las lluvias y la proliferación de la chicharrita están
generando cada vez más complicaciones para la cosecha de soja y de maíz. A pesar de que
las últimas precipitaciones en la región núcleo fueron menores a las esperadas, los
especialistas alertaron sobre un importante retraso en la recolección de los cultivos
estivales. Realmente falta mucho, alertó la Bolsa de Comercio de Rosario
(BCR). Algo similar señalaron desde la Universidad Austral, donde indicaron que las
persistentes precipitaciones, junto con los repetidos cortes en la recolección por
lluvias, exceso de humedad y calor, podrían comenzar a dañar los cultivos.
Estamos hablando de que hay un 45% de la soja de primera cosechada y todavía falta
un 30% para terminar el maíz. Realmente falta mucho y viene bastante retrasado,
explicó Cristian Russo, jefe de la Guía Estratégica para el Agro de la BCR. Desde la
entidad apuntaron que durante los primeros quince días de abril, así como al cierre de
marzo, se registraron volúmenes significativos de precipitaciones, especialmente en el
este de la región núcleo.
Este fin de semana, en tanto, las lluvias variaron a lo largo de la región, con Montes de
Oca registrando el máximo de 16 milímetros, mientras que en General Villegas y Pozo del
Molle las precipitaciones fueron de 13 y 10 milímetros, respectivamente. La mayoría de
las áreas recibieron menos de 5 milímetros.
A pesar de estas lluvias más ligeras, el panorama no muestra signos de una
estabilización completa. Esta tarde termina la inestabilidad, pero no tendremos las
condiciones que vimos la semana pasada, donde el sol salió y empezó a secar
rápidamente, afirmó Russo.
La BCR informó que se prevé una semana nublada y con humedad persistente. Sin embargo,
hacia el viernes y sábado se anticipa una nueva inestabilidad. Poca agua, pero va a
seguir molestando la cosecha, advirtió Russo.
Escenario difícil
En la misma línea, la Universidad Austral citó a Dante Romano, profesor e investigador
del Centro de Agronegocios y Alimentos de dicha institución, quien destacó las
preocupaciones de los productores y el Gobierno ante una nueva semana de lluvias y
chicharrita que traen dolores de cabeza. Romano señaló que estas condiciones
climáticas están afectando especialmente a los cultivos de soja y maíz, obstaculizando
el avance en la trilla, y dejando a los buques en espera y elevando los precios de los
granos.
En relación a la cosecha de soja, el especialista informó que solo avanzó dos puntos en
la semana cerrada el 16 de abril, debido a las lluvias. Estamos 22 puntos retrasados
respecto de lo normal. Recién sobre el final de la semana pasada volvió el clima seco, y
a juzgar por el pico de más de 2600 camiones de soja a la descarga el viernes, se
priorizó la cosecha de la oleaginosa, detalló Romano. Advirtió sobre el temor de
los productores ante posibles daños en los rendimientos debido a las condiciones
climáticas adversas.
Si bien en las semanas secas la venta es similar a otros años, el inicio con pocas
ventas más los parajes mencionados hacen que sólo tengamos 6% a precio [del grano]
contra 15% histórico, puntualizó y agregó: Está situación genera precios
débiles en el mercado externo, pero mejores primas de exportación por la reticencia de
ventas del productor, y encima precios mayores a los que los industriales estarían
dispuestos a pagar ante las lluvias que dejan sin mercadería a la molienda.
Por otro lado, sostuvo que la enfermedad de spiroplasma, transmitida por la chicharrita,
parece estar ya descontada en los precios. En la Argentina la cosecha de maíz llegó al
17%, un atraso de cinco puntos respecto al promedio histórico. Romano también expresó
preocupación por la posible reducción de la siembra de maíz el próximo año por la
plaga, lo que podría aumentar la producción de otros cultivos como la soja, sorgo,
girasol y algodón.
El problema con la demora por lluvias, poca venta a precio y que se le de prioridad
a la soja, es que los buques que venían a buscar maíz están esperando carga. La cola de
buques acumula más de 2,5 millones de toneladas y, si bien no llega a los picos, lo que
preocupa es el dinamismo, consideró Romano.
Finalmente, el especialista hizo hincapié en el impacto de la devaluación del peso
argentino frente a otras monedas, así como en la inflación y las políticas monetarias
del Banco Central de la República Argentina (BCRA). Señaló que el tipo de cambio
controlado es fundamental para contener la inflación, lo que dificulta una devaluación
del peso y aumenta la incertidumbre en el mercado cambiario.
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